Conocemos como hígado graso a la acumulación excesiva de lípidos en el hígado; una enfermedad que no deja de crecer en número de afectados cada año debido a factores como la mala alimentación y el estrés tan instalados en la sociedad actual.
Cuando sufrimos de hígado graso es importante que empecemos a cuidar un poco más nuestra alimentación, eliminando de ella los azúcares, las grasas y el alcohol, y aumentando el consumo de alimentos ricos en vitaminas y fibra, como las frutas, las legumbres y los cereales integrales.
Además de aumentar el consumo de ciertos alimentos, es una excelente idea que complementes tu dieta con infusiones de hierbas curativas amargas como las que te proponemos a continuación; bebidas depurativas con grandes propiedades limpiadoras y estimulantes para la función hepática. ¡No dejes de probarlas!
Hierbas medicinales para tratar el hígado graso
Infusión de cardo mariano
Tal vez hayas oído hablar en alguna ocasión del cardo mariano como una excelente opción para combatir el hígado graso; esto es debido a sus grandes cualidades hepatoprotectoras que no sólo se encarga de proteger las células de nuestro hígado, sino que además nos ayuda a desintoxicarlas y regenerarlas, por lo que resulta muy útil para tratar eficazmente el hígado graso.Es fácil de encontrar en tiendas naturales y muchos supermercados y su preparación es idéntica a la del resto infusiones: hervir un puñao de semillas de cardo mariano, dejar reposar, colar y endulzar (mejor si lo haces con miel). Toma un par de tazas al día.
Infusión de boldo
Sus grandes propiedades digestivas van más allá de un simple buen protector hepático, ya que además nos ayuda a combatir las digestiones pesadas, desintoxicar el hígado y la vesícula en profundidad y disolver los cálculos biliares. Una bebida muy completa que no debes dejar de probar tanto si sufres de hígado graso como si sólo quieres mejorar tu salud digestiva.Prepárala como cualquier otra infusión y toma un par de tazas al día después de las dos comidas principales. ¡Notarás la diferencia!
Infusión de diente de león
Esta planta posee la excelente capacidad de fomentar la secreción de bilis, contribuyendo así a aligerar nuestras digestiones, así como a activar el funcionamiento de los hígados más perezosos, por lo que resulta de gran ayuda si padeces de hígado graso.El diente de león es bastante común, por lo que no tendrás problemas en encontrarlo en cualquier herboristería e incluso algunos supermercados. Su preparación es tan sencilla como la de cualquier otra infusión: Hierve un puñado de hojas de diente de león en agua, deja reposar unos minutos, cuela y endulza con miel. Toma una taza después de cada comida principal (2 o 3 al día es suficiente).
Infusión de agrimonia y melisa
Tal vez de estas plantas te resulte más conocida la melisa, ya que está muy recomendada para calmar los nervios. Si la combinamos con la agrimonia obtenemos una infusión con grandes propiedades desintoxicantes, relajantes y hepatoprotectoras, por lo que no deberías dejar de probarla si sufres de hígado graso y/o nervios en el estómago. ¡Te encantará!La agrimonia tiene sabor amargo, por lo que no debes pasarte de cantidades al preparar la infusión: vierte una cucharada de agrimonia y otra de melisa en un recipiente con agua. Deja hervir un par de minutos y reposar otros cinco. Cuela y endulza con miel. Toma 2 tazas al día.
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