La leche de almendras es una gran aliada para nuestra salud, ya que entre otras cosas contribuye a reducir los niveles de colesterol en sangre, combate el estreñimiento, favorece la digestión y puede ser tomada por las personas con intolerancia a la lactosa. Además, sus grandes propiedades la convierten en la solución perfecta para el cuidado de nuestra piel.
La leche de almendras se viene usando en la preparación de todo tipo de cremas y tónicos faciales desde hace varios siglos, ya que además de ser altamente hidratante, es rica en minerales y antioxidantes, destacando la vitamina E y B2, Omega 3, calcio y magnesio, sustancias que contribuyen a mejorar el aspecto y salud de nuestra piel de forma muy eficaz, económica y natural. Si quieres aprender alguno de sus usos más comunes, sigue leyendo y descubre más sobre este tesoro de la naturaleza.
Usos de la leche de almendras para la piel
Acné, cabello y uñas
Su alto contenido en minerales y vitaminas, como la B2, contribuye al fortalecimiento de nuestro cabello y uñas, además de ayudarnos a regular el sebo de la piel y combatir el acné de forma natural.Protección solar
La leche de almendras es un excelente complemento a las cremas de exposición solar, ya que entre sus cualidades destaca la de proteger a la piel de los rayos solares y los radicales libres que dañan nuestra piel. Podemos usarla en combinación con nuestra crema solar normal, pero nunca sustituir su uso por completo.Acción antiarrugas
Sus grandes propiedades nutritivas y protectoras de la piel favorecen la producción de colágeno e inhiben las sustancias que degradan la elastina, contribuyendo así a reducir las líneas de expresión y las arrugas superficiales.Un buen tratamiento casero antiarrugas consiste en masajear nuestro rostro con leche de almendras al menos tres veces por semana. Aplicado con regularidad, podemos conseguir grandes resultados.
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