Los beneficios de las mascarillas caseras son inmejorables, ya que no tienen nunca efectos secundarios: sólo empleamos productos naturales y que solemos tener por casa, beneficiándonos de las propiedades de las frutas, verduras u hortalizas que necesitemos para realizarla. Además, son muy económicas ¿podemos pedir más?
En artículos anteriores hemos aprendido a realizar mascarillas para pieles estropeadas, para mejorar las pieles grasas, para pieles secas, mascarillas regeneradoras, exfoliantes y un sinfín de ellas. Sólo tienes que buscar la sección mascarillas (en la sección de belleza de la zona izquierda de la web) y descubrir la que mejor se adapta a ti en cada momento.
Hoy vamos a seguir ampliando este catálogo con una mascarilla que nos ayudará a hidratar nuestra piel, y que está especialmente indicada para cutis secos. No pierdas detalle, es muy sencilla y económica de realizar, y seguro que te satisface el resultado que vas a obtener.
- ¿Qué necesitamos? Una yema de huevo y miel.
- Mezclamos en un bol la yema de un huevo y una cucharadita de miel. Removemos bien hasta formar una pasta homogénea y la aplicamos directamente sobre el rostro, dejando actuar durante 20-30 minutos.
- Pasado ese tiempo retiramos con agua tibia. Notarás la hidratación desde el primer momento.
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En artículos anteriores hemos aprendido a realizar mascarillas para pieles estropeadas, para mejorar las pieles grasas, para pieles secas, mascarillas regeneradoras, exfoliantes y un sinfín de ellas. Sólo tienes que buscar la sección mascarillas (en la sección de belleza de la zona izquierda de la web) y descubrir la que mejor se adapta a ti en cada momento.
Hoy vamos a seguir ampliando este catálogo con una mascarilla que nos ayudará a hidratar nuestra piel, y que está especialmente indicada para cutis secos. No pierdas detalle, es muy sencilla y económica de realizar, y seguro que te satisface el resultado que vas a obtener.
- ¿Qué necesitamos? Una yema de huevo y miel.
- Mascarilla hidratante para pieles secas -
- Mezclamos en un bol la yema de un huevo y una cucharadita de miel. Removemos bien hasta formar una pasta homogénea y la aplicamos directamente sobre el rostro, dejando actuar durante 20-30 minutos.
- Pasado ese tiempo retiramos con agua tibia. Notarás la hidratación desde el primer momento.
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