Las parotiditis o paperas, como se conoce popularmente, es una infección vírica que al igual que la varicela o el sarampión, sólo se pasa una vez en la vida (si es que la pasamos). En principio sólo afecta a la glándula parótida y/o salivares, aunque en casos más graves se puede extender a otras zonas del cuerpo y derivar en pancreatitis o meningitis entre otras. Sin embargo, es poco frecuente que esto suceda, y que en una o dos semanas desaparezca sin problemas.
Al igual que la varicela, es una enfermedad muy infecciosa que se contagia a través del estornudo, la tos o el contacto directo, por lo que es importante extremar las precauciones cuando tenemos a alguien en casa con paperas. Aun así no siempre es fácil hacerlo, ya que la enfermedad pasa un periodo de incubación (de unos dieciocho días) durante el cual sus síntomas aún no han aparecido pero el riesgo de contagio sí que existe.
En cuanto a la edad más propensa a padecerla no existe, tanto adultos como niños pueden pasarlas en cualquier momento, aunque lo más común es que aparezca en un periodo que abarca desde los tres años hasta los dieciséis.
Entre su síntomas más comunes encontramos la fiebre y la inflamación de la glándula parótida (cercana al oído) y que precisamente por esa cercanía, podemos acabar padeciendo algo de sordera durante el periodo en que estemos pasando la enfermedad. En el artículo de hoy vamos a ver algunos remedios caseros para rebajar la hinchazón de la parótida y algunas recomendaciones para pasar las paperas sin ningún problema.
Remedios naturales contra las paperas
- Hervimos agua y un puñado de hojas de salvia y tomillo durante cinco minutos. Dejamos reposar varios minutos más (los suficientes para que no nos vayamos a quemar haciendo las gárgaras), lo colamos y por un lado nos quedará la infusión que emplearemos para hacer las gárgaras, y por el otro las hojas que las introduciremos en una gasa (empapada en la infusión) y nos aplicaremos sobre la zona afectada.
- Cataplasma de romero: Al igual que el remedio anterior, basta con hervir un poco de agua y un puñado de romero. Una vez hervido, colamos el romero y nos lo aplicamos directamente sobre la zona dolorida.
- Cataplasma de espárrago: Aquí no necesitaremos hervir nada. Tan sólo machacar bien un puñado de semillas de espárrago hasta formar una pasta compacta, que nos la aplicaremos a modo de crema sobre la zona afectada. Nos lo retiramos pasados 30-40 minutos con agua tibia.
- Recomendaciones -
- Batidos naturales y sopas: Comer se hace muy complicado y doloroso, por lo que una buena opción para seguir alimentados pasa por la elaboración de batidos de fruta (evitando los cítricos) y las sopas. Además nos ayudarán a evitar el estreñimiento, que suele acompañar a esta enfermedad.
- Evitar los alimentos ácidos: Como he mencionado anteriormente, es importante no consumir alimentos ácidos como los cítricos (naranja, limón, lima, pomelo...) y los muy fríos o muy calientes, ya que nuestra boca en general está muy sensible y cualquier cosa puede causarnos gran dolor.
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