Remedios para blanquear los dientes

Las sonrisas perfectas existen y todos podemos poseer una, claro que en la mayoría de los casos eso requiere desembolsar una cantidad de dinero que no todos queremos o podemos gastar. La solución se hace mucho más económica si nuestro único problema (o lo que más deseamos eliminar) es el color amarillento de nuestros dientes, ya que existen numerosos remedios caseros que nos pueden ayudar a blanquearlos de manera natural y con un coste casi cero.

Lo primero que tenemos evitar es caer en trampas, productos "milagrosos" que nos blanquearán los dientes por poco dinero. Es cierto que muchos cumplen su cometido, que es blanquear, pero el precio (saludable) a pagar es muy caro, ya que eliminan nuestro esmalte, dejando al diente totalmente desprotegido y frágil.

Hecha esta aclaración, vamos a descubrir algunos de los mejores remedios caseros para este problema:


- Bicarbonato, agua y limón: La clásica solución que tantas veces hemos oído y que ya tratamos en otro artículo anterior. Consiste en mezclar estos tres productos a partes iguales, y cepillarnos los dientes con esta solución una o dos veces por semana (no más, ya que el bicarbonato podría acabar dañando nuestro esmalte). Una solución muy antigua y de las más eficaces.

- Salvia: Esta planta nos da dos alternativas, dependiendo de si tenemos hojas frescas o secas. En el primer caso, basta con frotarnos los dientes directamente con una hoja, justo antes del cepillado. La segunda opción es machacar hojas las hojas secas hasta convertirlas casi en cenizas, y unidas con algo de agua, emplearla como pasta dentífrica. (Una vez al día, cuatro días por semana).

- Naranja: Este remedio consiste en frotar cáscara de naranja (la cara blanca interior) sobre nuestros dientes. Podemos hacer esto antes del cepillado y comprobar los resultados. Muy sencillo y suele dar buenos resultados.

Además de poner en práctica estos remedios, es muy importante prestar atención a otros detalles como evitar consumir productos muy ácidos (ya que dañan el esmalte) o productos como el café y tabaco, que contribuyen a amarillear nuestros dientes.


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