Soluciones para callos y durezas

Los pies, esa zona que queda tan alejada de la cabeza, solemos dejarla tan olvidada, que de vez en cuando tiene que avisarnos a través de durezas, ampollas o rozaduras para que nos acordemos de que existen. Es un fallo muy común el no tratarlos con mimo a no ser que tengamos algún dolor, ya que como dice el refrán, es mejor prevenir que curar, por eso hoy, os voy a proponer un par de soluciones caseras para acabar y prevenir los callos y durezas de una manera muy sencilla y económica.

Opción 1 - Ingredientes: Almidón -en polvo-, crema hidratante y piedra pómez.

La solución es sencilla: en un recipiente lo suficientemente grande como para que nos quepan los pies, vertemos un vaso de almidón por cada 2 litros de agua caliente/tibia -con dos litros de agua nos basta para cubrirnos la planta y los dedos de los pies, por lo que no recomiendo verter más cantidad- y mantenemos en remojo durante 3-5 min.

Una vez pasado ese tiempo, nos los enjuagamos con agua fría, nos pasamos la piedra pómez para retirar la piel muerta y posteriormente hidratamos con una crema. Si repetimos este proceso tres veces a la semana, conseguiremos una gran mejoría a largo plazo.


Opción 2 - Ingredientes: Pulpa de aloe vera, glicerina, 1/2 cebolla, 2 dientes de ajo, 1 zanahoria.

En una olla con poca agua, pochamos la cebolla -cortada en tiras- y los dientes de ajo previamente machacados con ayuda de un mortero. Una vez comience a hervir la dejamos unos minutos para que la cebolla suelte todo su jugo. Posteriormente, pasamos todo a un mortero y machamos.

Por otra parte, mezclamos la glicerina con la pulpa de aloe -en una cantidad pequeña- y con una zanahoria licuada. Unimos la mezcla resultante con la pasta que ha quedado de cebolla y ajo, y aplicamos directamente sobre las durezas y callos.

Cubrimos con una gasa y dejamos actuar de 1 a 2 horas.

¿Conoces alguna otra solución casera para esto? ¡Esperamos tus consejos!

Publicar un comentario

0 Comentarios