Existen tres grados de quemaduras, dependiendo de la gravedad y la penetración que ésta tenga en la piel. Por lo general, cuando nos quemamos cocinando en casa, las quemaduras que nos producimos son leves (primer grado). Si bien existen muchas cremas para aliviar el dolor, hoy os voy a dar unos consejos para aplicar en el momento y evitar un dolor mayor pasadas las horas.
- En primer lugar, lo que debemos hacer cuando nos quemamos es meter la zona afectada bajo el grifo y aplicar abundante agua. Posteriormente, empapamos una gasa estéril en agua y cubrimos la quemadura. Nunca aplicar hielo directamente, ya que el propio frio del hielo "quema" más y además puede llegar a obstruir el flujo de sangre.
- Ya pasado el primer trámite, y pasado unos minutos después de habernos cubierto la quemadura con la gasa, podemos aplicarnos otros truquillos que nos ayudarán a calmar el dolor característicos de las horas siguientes:
- Yogur natural: Para evitar la formación de costras.
- Miel: Barniza la quemadura actuando como bactericida y analgésico
- Aceite de oliva y sal: Aunque pueda parecer que escuece -que lo es- el escozor desaparecerá enseguida y evitará la aparición de ampollas.
En cualquier caso, es recomendable acudir al centro médico más cercano para que evalúen el grado de quemadura que tenemos.
¿Conoces algún otro remedio? ¡Esperamos tus consejos!
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